PBI Statement on the Murder of Umaña Mendoza
Over the weekend, Human Rights Lawyer Eduardo Umana Mendoza 
was killed in Santa Fe de Bogota. Mendoza was one of the human 
rights defenders who initially invited PBI to work in Colombia. His 
death has sent shock waves of fear and outrage throughout the 
human rights community in Bogota and greater Colombia. What 
follows is one article about what happened, but there are more 
reports on the net. We assume the amount of requests for 
accompaniment to our Bogota team will increase greatly after this 
horrific violation. Please circulate the publicity for the upcoming 
training for volunteers in Colombia, previously sent to you.

Kelly MacCready
North America Rep
Colombia Project Committee
Peace Brigades International


ASESINADO A EDUARDO UMANA MENDOZA
PILAR LOZANO, Bogotá
«En Colombia la persona que planee su vida por más de seis meses 
está loca», esto decía Eduardo Umaña Mendoza, conocido como el gran 
defensor de los derechos humanos en Colombia, asesinado ayer 
sábado en Bogotá. 

Hacia las dos de la tarde tres hombres y una mujer llegaron a su 
oficina, situada en un barrio residencial de la capital, y se 
identificaron como periodistas para ingresar. Ya en el despacho 
amordazaron a la secretaria y luego dispararon contra el abogado 
penalista. Según algunos testigos primero intentaron secuestrarlo 
pero Umaña opuso resistencia. 

«Él no quería convertirse en un desaparecido más en este país», 
comentó uno de sus
allegados. Umaña, de 50 años, a pesar de las amenazas, jamás había 
aceptado tener
guardaespaldas ni ningún tipo de seguridad, «eso no es vivir», decía. 

El abogado asesinado tenía en sus manos en este momento dos 
grandes procesos: estaba
empeñado en esclarecer lo ocurrido en el Palacio de Justicia 
-noviembre de 1985 en la toma realizada por el grupo insurgente M-
19. Más de 100 personas murieron y 11 desparecieron-.

Después de casi 13 años logró, hace poco, que se autorizara la 
exhumación de los cadáveres de una fosa común donde se 
sospechaba podrían estar los restos de alguno de los desaparecidos. 
Hace poco también había aceptado constituirse en parte civil de la 
reapertura del proceso por el asesinato del caudillo liberal Jorge 
Elieser Gaitán, ocurrido hace ya 50 años y que desencadenó un oscuro 
periodo de violencia. 

Cómplices «muy importantes»

Umaña Mendoza contó a sus allegados que existían pruebas que 
señalaban la complicidad de personajes «muy importantes» aún 
vivos, en este magnicidio. La familia de Gaitán no dudó en vincular la 
muerte del penalista con la reapertura de este caso. Según la nieta 
«hay demasiadas coincidencias». 

«Eduardo Umaña Mendoza representaba la más viva expresión de la 
defensa de los derechos humanos en Colombia», declaró a este diario 
Jaime Prieto de la Comisión de
Defensa de los Presos Políticos. Desde 1975 se unió a la defensa de los 
perseguidos
políticos y sin lugar a dudas fue la persona que más se ha 
preocupado en este país por el problema de los desaparecidos. 
«Umaña puso el dedo en la yaga en muchos temas
difíciles», agregó Priego.

Trabajaba desde hace tres años de manera independiente; en años 
anteriores lo había hecho a través de organizaciones no 
gubernamentales. Su muerte significa que continúa la lamentable 
persecución contra los trabajadores de derechos humanos en este 
país. Según cifras oficiales, en los dos últimos años han sido 
asesinados 20 defensores de la vida. 

Hace apenas una semana, unos desconocidos le propinaron una paliza 
a una de las secretarias del abogado asesinado, «esto es para que no 
siga trabajando con este hijo de puta», le advirtieron.

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