Carta de Justicia y Paz al Comandante de la Policia de Turbo
Turbo, Antioquia, Mayo 22 de 1.998
Se–or
MIGUEL ANGEL PINZON COCUY
Comandante de la Polic’a de Turbo
La Ciudad
Las comunidades desplazadas de la Cuenca del Cacarica, familias de
Domingod—, Curvarad— y Vig’a de Curvarad—, municipio de Riosucio,
departamento del Choc—, asentadas provisionalmente en Turbo y Bocas del
Atrato, hemos decidido no aceptar la toma de im‡genes por parte de
estudiantes de la SIJIN.
Queremos aclarar que esta decisi—n fue tomada a ra’z de los hechos
ocurridos en la tarde de ayer. Entre 3:00 p.m. y 3:30 p.m dos miembros de la
SIJIN y un particular que labora en una empresa de video, llegaron al
Campamento Unidos Retornaremos, ubicado en el Santo Ecce Homo. Las tres
personas se identificaron como estudiantes de la Universidad de Turbo que
se encontraban elaborando una tesis. Para ganar nuestra confianza dijeron
que hab’an recibido autorizaci—n de un se–or con el apellido de uno de
nuestros l’deres y de una religiosa que nos acompa–a.
Quedamos con un sorpresa bien grande cuando, en horas de la noche, nos
enteramos que estas mismas personas hab’an estado en el Campamento
Unidos Retornaremos, ubicado en el convento de las Hermanas de la Madre
Laura, y no fueron autorizados por los coordinadores a desarrollar ningœn
tipo de tomas. Nos enteramos de que minutos antes hab’an estado en el
Coliseo y cuando los descubrieron haciendo una serie varios de nuestros
hermanos desplazados les explicaron el procedimiento para pedir
autorizaci—n para tomas de video, reportajes y otros. En el momento en que
se encontraban en el Coliseo vest’an con unas chaquetas que los
identificaban como miembros de la Sij’n. Ellos aceptaron que no hab’an
presntado carta alguna solicitando autorizaci—n para las tomas. Fue
entonces cuando nos manifestaron que ir’an a solicitar la carta para
presentarse formalmente ante la comunidad de desplazados. Nosotros les
expresamos que no pod’amos autorizar nada sin consultar con las
comunidades y eso ser’a hasta el pr—ximo domingo.
Como podr‡ notar, se–or comandante, varias situaciones nos llevan a
manifestarles que no cuentan con nuestra autorizaci—n para adelantar las
tomas de video.
Nos hacemos varias preguntas que dejamos a su consideraci—n: Es Žtico
plantear una investigaci—n sobre la situaci—n de nosotros, los desplazados,
sin contar con nuestro conocimiento y autorizaci—n? Es Žtico que
autoridades pœblicas presenten su real identificaci—n paa lograr, con sus
pretensiones acadŽmicas, una investigaci—n? Acaso la omisi—n de la
identificaci—n para con nosotros, las v’ctimas, no es solo un enga–o sino un
mecanismo m‡s que deslegitima la labor de las instituciones estatales?
Hasta cu‡ndo los principios que inspiran la investigaci—n acadŽmica, la
verdad que permite la construcci—n de la justicia y la dignidad pueden
subordinarse a valorar por encima de los fines los medios ?
Creemos que con el hecho sucedido nosotros, como v’ctimas de las
violaciones a los derechos humanos y de graves infracciones al Derecho
Internacional Humanitario, tenemos el derecho de que se nos respete en
nuestra condici—n. Los atropellos que hemos vivido son suficiente raz—n para
que se nos respete y no se utilicen los mecanismos del enga–o y la mentira.
Sentimos lesionado, con ese comportamiento, nuestro libre derecho a la
autodeterminaci—n dentro del estado de Derecho, sentimos que han violado
nuestra intimidad, sentimos que los mecanismos para obtener informaci—n
rompen los principios de la ley de prensa y de la investigaci—n univesitaria.
Expresamos con profunda preocupaci—n nuestro rechazo a lo sucedido y
solicitamos que las im‡genes que nos fueron tomadas nos sean devueltas sin
que quede de ellas copia alguna.
Con honda preocupaci—n,
Comunidades desplazadas asentadas provisionalmente en Turbo y Bocas del
Atrato.
c.c. Comisi—n Interamericana de Derechos Humanos de la OEA
Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas Procuradur’a General de la
Naci—n
Defensor’a del Pueblo
Comisi—n Mixta de Verificaci—n
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